Ha llegado a casa muy cansado. La semana ha sido una carrera de obstáculos pero por fin es viernes.
No va a salir, prefiere quedarse en casa y ver alguna película en el video. Saldrá mañana.
Cena poco y enciende la tele que lo acompaña y aturde con palabrería hueca. De pronto se siente un poco solo y lo que menos le apetece es ver una peli.
Recuerda, no sabe porque, que un amigo suyo le ha hablado hoy del fenómeno de los blogs en Internet y piensa que quiza podría pasar un rato navegando por los pensamientos y vidas de otros. Tal como él lo ve los blogs son pedazos de vida, diarios de gente anonima que deciden compartir un poco de su rutina diaria con los demás.
Enciende el ordenador sin saber aun que ese gesto ha empezado a cambiar su vida.
Encuentra muchas paginas hablando de los blogs y muchos blogs de gente anónima. Paginas que les llevan a más paginas y a más blogs, blogs de música, de cine, de arte, de cuentos, de relatos….los hay confusos o más centrados en ciertos temas, sobre todo cine, arte y relatos.
Lee un par de ellos que le llaman la atención sobre gente que incorpora sus propios relatos al blog. Pero no le parece especialmente interesante nada de lo que esta leyendo hasta que llega a un blog que su autor llama con el nombre de “Alegre despedida de una vida inútil”.
Es un blog extenso, tiene artículos desde hace más de una año y Gabriel se los lee todos. Va devorando esas letras, empapándose de ellas y es así como va sabiendo de la vida de ella a través de sus palabras.
Se llama Laura y debe ser joven, muy joven. Y esta triste, o mejor dicho, más que triste, Laura está vencida.
Después de leer el último articulo, que es de apenas del día anterior, Gabriel empieza a llorar. Ha llegado tarde, ha leído tarde ese blog y ha escuchado tarde esas palabras de Laura.
En el ultimo articulo, hace apenas unas horas, Laura escribió: “la tristeza puede ser intensa pero no eterna”. Y después de esa frase apenas en unas líneas Laura se despide:
“Esa frase es mentira. La tristeza es intensa y puede ser eterna pero yo no la voy a dejar ganar, esta vez yo seré la eterna”.
Eso es lo último que ha escrito Laura. Y Gabriel cree que ya no escribirá más, que ganó el pulso que jugaba con la tristeza.
Cada noche durante mucho tiempo Gabriel escribe la dirección del blog de Laura y en su ordenador aparecen de nuevo las palabras de ella.
Ha pasado mucho tiempo y ella no ha vuelto a escribir pero Gabriel sigue entrando cada noche a ese blog.