Aveiro

En Aveiro, cerca de Oporto, aún se puede disfrutar de playas como estas. en las que sólo estas tú y tus pisadas.
Una amiga me decía que hacía mucho que no encontraba una playa en que no hubiera edificios en primera línea de playa. Es cierto, pensé, en España hemos explotado tanto las zonas turísticas que te estas bañando en una playa y a 50 metros hay varios bloques de apartamentos (con algunas excepciones, caso de Fuerteventura y algunos casos más, aunque cada vez menos).En Portugal eso no existe, no hay agobio,no hay aglomeración, no hay niños gritando a un metro de tu oreja ni madres gritando aun más. No hay pesados jugando con sus palas en la misma orilla.

Un día en una playa de Aveiro me sentí tan sola y tan bien al mismo tiempo como hacía mucho que no me sentía. Me senté en la arena y disfrute del gusto de estar allí, oyendo las olas y con un libro en las manos. Simplemente perfecto.

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No se si en coña o porque realmente lo pensaba no se donde leí hace poco a un periodista que decía. a modo de suspiro, algo asi como que " siempre nos quedará Portugal". Un día me detendré a contar cosas que me sugiere Portugal, tan cercano a nosotros y tan lejano aún en mil detalles.

En esencia diré que para mí ir a Portugal es retroceder en el tiempo unos años y recuperar por ejemplo la vida de juegos y calle que tuve en mi infancia.

Portugal es como la vieja dama que no quiere aún desprenderse de sus costumbres